Ana Ortiz de Obregón
En los últimos meses se están produciendo algunos acontecimientos a nivel mundial ante los que España debería cuestionarse si pueden repercutir de algún modo sobre la seguridad e integridad del territorio español. Por un lado, hablamos de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Por otro, los sucesivos desencuentros que se han producido entre Marruecos y España, que han culminado en la cesión de Pedro Sánchez del Sáhara Occidental al Reino Alauita. Aunque, a priori, parecen sucesos sin conexión alguna, y menos aún, que puedan influir en la seguridad y en la política exterior de nuestro país, lo cierto es que estos movimientos vuelven a poner en el tablero de la política internacional la situación de las ciudades españolas de Ceuta y Melilla. Porque la pregunta es, ¿Puede aprovechar Marruecos la vulnerabilidad mostrada por España, producto de una falta de hoja de ruta en política exterior con visión de estado y desprovista de colores políticos, tomando como referencia la actuación de Putin en Ucrania? ¿Está Marruecos desarrollando una estrategia de ‘zona gris’ multidimensional y sincronizada para minar gradualmente a España y lograr sus objetivos de integración de estos territorios españoles en sus fronteras? En el caso de que ello llegara a producirse, ¿Qué dice exactamente el Tratado del Atlántico Norte sobre Ceuta y Melilla? ¿Cuáles serían los posibles aliados de Marruecos ante una ofensiva, tanto si se trata de una invasión por la fuerza, como si se desarrolla mediante ‘el relato’ de las personas y supuestas legitimidades? (Seguir leyendo)
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Ana Ortiz de Obregón, analista del Centro de Seguridad Internacional (CSI) de la Universidad Francisco de Vitoria.
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