Enrique Fojón Lagoa
El pensamiento estratégico es un elemento necesario en cualquier organización exitosa de forma que, al menos que se desarrolle y respalde continuamente, la organización pierde la capacidad de anticipar el cambio. Si los líderes de una organización no son proactivos, orientados al futuro, evaluadores permanentes del contexto y activos previsores de antagonismos, entonces la organización verá disminuida su capacidad para explotar oportunidades y gestionar las prioridades de la competencia para servir mejor a sus intereses.
En el caso de la Seguridad Nacional, sin una estructura capaz de generar pensamiento estratégico eficaz, los recursos corren peligro de desperdiciarse y se pueden promover actuaciones que, incluso cuando tácticamente sean exitosas, alejan la consecución por el Estado de los intereses nacionales. Por el contrario, cuando los líderes organizacionales desarrollan continuamente su capacidad de pensar estratégicamente, obtienen la capacidad de explorar todas las opciones y promover “las reglas del juego", cambios en el contexto, en lugar de reaccionar con cambios de última hora en los planes existentes concebidos para un entorno estratégico obsoleto.
La práctica cultural y social en España no apoya el desarrollo del pensamiento estratégico. Un fuerte enfoque hacia la ejecución reactiva inhibe el pensamiento y la reflexión orientados al futuro a medio y largo plazo. La rigidez conceptual, en lugar de la pluralidad y perspectiva, es una actitud que lastra el desarrollo del pensamiento estratégico español. Crear ambientes en los que se valoren y promuevan aspectos importantes del pensamiento estratégico como, por ejemplo, reflexión, aprendizaje, cuestionamiento, es algo crucial para apoyar su desarrollo. (Seguir leyendo)
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Enrique Fojón, Coronel de Infantería de Marina (Ret). Investigador del Centro de Seguridad Internacional del Instituto de Política Internacional (Universidad Francisco de Vitoria)
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