Ana Ortiz de Obregón
El Sistema de Vigilancia de Ataques contra la Atención Sanitaria de la Organización Mundial de la Salud (OMS) contabiliza, casi a diario, el total de ataques a objetivos sanitarios de Ucrania por parte de Rusia. Unos ataques que, además de las bajas en vidas, los consecuentes daños en sus estructuras, o su destrucción total, conllevan una serie de daños colaterales sociosanitarios a medio y largo plazo. No solo para Ucrania como país y sus ciudadanos, sino que estos ataques tienen también consecuencias en el resto de la comunidad internacional, especialmente en los países de su entorno. Vamos a ello.
El sistema de salud de Ucrania en peligro
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), un mes después de que comenzara la invasión, siete millones de personas están desplazadas internamente, y más de 3 millones y medio han huido a los países vecinos. En líneas generales, este desplazamiento forzado agrava la situación de todas las personas que están sufriendo alguna enfermedad, física o mental, con independencia de que sus enfermedades sean puntuales o crónicas, transmisibles o no. Si nos atenemos a los enfermos crónicos- que generalmente son personas de avanzada edad, pluripatológicos y polimedicados- estamos hablando de que uno de cada tres desplazados internos lo es, así que la situación se presenta todavía más grave. (Seguir leyendo)
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Ana Ortiz de Obregón, periodista y analista del Centro de Seguridad Internacional de la Universidad Francisco de Vitoria. Especialista en Sanidad y en Sociedad Digital. Experta en relaciones institucionales internacionales.
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