Enrique Fojón Lagoa
En 1933 H.G.Wells escribió su novela The Shape of Things to Come en la que se predecía un Gobierno Mundial tras una serie de catástrofes y preconizándolo como la solución a los problemas humanos, algo así como el sistema internacional tal como lo conocemos, que no es algo inherente o natural, sino que es una creación a partir del caos y el horror de las dos guerras mundiales, y la amenaza existencial de la Guerra Fría, para mantener la estabilidad y promover la prosperidad. Ese sistema está bajo una gran presión. España está, y estará, afectada por el nuevo contexto geopolítico, algo que debe gestionar estratégicamente, para lo que es necesario desarrollar una “cultura estratégica” propia para poder gestionar adecuadamente los intereses nacionales.
La tercera década del siglo XXI comenzó en un complejo escenario global. El impacto geopolítico de la pandemia de coronavirus aceleró el proceso de deterioro del denominado Orden Internacional Liberal. En casi todos los casos, la reacción de los estados a la pandemia ha sido la más elemental: la concentración de recursos en el cumplimiento de las obligaciones para con sus ciudadanos y el fortalecimiento del control estatal. Se detuvo el tráfico aéreo internacional, se alteró el flujo de las cadenas de suministros globales y la movilidad internacional se tornó, con algunas excepciones, bastante difícil. El primer ejemplo de cuarentena total y cierre absoluto al mundo exterior lo puso China. Este hecho ha venido a acelerar la profunda reestructuración de la situación geopolítica global que ya estaba en marcha en el segundo decenio del presente siglo. (Seguir leyendo)
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Enrique Fojón. Coronel de Infantería de Marina (Ret). Investigador del Centro de Seguridad Internacional del Instituto de Política Internacional (Universidad Francisco de Vitoria).
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