Carlos de Antonio Alcázar
Aún tenemos en mente los ecos de la última reunión de los aliados y partners del Grupo de Contacto de Defensa de Ucrania en Ramstein , la desazón de los resultados iniciales, la posterior decisión alemana y el hecho de que casi con toda seguridad en estos momentos, se abra iniciado el adiestramiento de las futuras tripulaciones ucranianas de los carros de combate Leopard 2A4 ,a la vez que por parte de todos los paises donantes , se ponen en las mejores condiciones de operatividad posible.
Mientras Estados Unidos y sus aliados de la OTAN anunciaban un paquete tras otro de ayuda militar a Ucrania, repleto de vehículos militares, sistemas de defensa antiaérea, artillería de cohetes y misiles, Occidente pareció dudar durante meses sobre lo que los ucranianos han pedido desde el principio: los carros de combate. Pero esa vacilación se evaporó, cuando Alemania y Estados Unidos anunciaron que pondrían a disposición modernos carros de combate para Ucrania. Alemania enviará un primer cargamento de 14 carros de combate Leopard 2, y permitirá que otros países envíen los suyos, según declaró el Canciller Olaf Scholz, a los pocos días de la reunión en Ramstein. Y Estados Unidos anunció planes para enviar 31 carros de combate M1 Abrams.
Durante todo el invierno, las autoridades ucranianas han presionado a Occidente para que les envíe cientos de carros de combate modernos como los fabricados por Estados Unidos y Alemania, «Puedo darles las gracias cientos de veces, y será absolutamente justo y equitativo, dado todo lo que ya hemos hecho», dijo el Presidente ucraniano Volodymyr Zelensky en la reunión de altos cargos civiles y militares de los Ministerios de defensa aliados celebrada a mediados de enero en Ramstein (Alemania), por videoconferencia. «Pero cientos de ‘gracias’ no son cientos de carros de combate», añadió.
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