Josep Baqués / Enrique Fojón
A menudo, la geopolítica se invoca de manera vaga y abstracta, con frecuencia se le otorgan varias acepciones y, por lo tanto, necesita explicación. La geopolítica se entiende más útilmente como una referencia al comportamiento de los Estados dominantes, a los que se solía llamar Grandes Potencias. Hay un motivo de confusión incrustada en las Relaciones Internacionales, lo que generalmente se refiere como Orden Mundial centrado en el estado, basado en la igualdad jurídica como lo ejemplifica el derecho internacional, algo mistificado por los lideres occidentales, que insisten en que la política exterior de Occidente se adhiere a las restricciones de un Orden Internacional regido por reglas. Sus rivales, China y Rusia, no lo comparten y eso para él marca la diferencia.
Durante la Guerra Fría, a pesar de sus constantes crisis, guerras y carreras armamentistas, se logró evitar la Tercera Guerra Mundial al conseguirse un equilibrio de poder geopolítico, relativamente estable, basado en dos elementos principales: la disuasión (destrucción mutua asegurada) y el respeto por las esferas de poder de cada uno. Los riesgos de guerra durante este período surgieron por las diferentes percepciones de los respectivos grados de control sobre las esferas de influencia, como en la Crisis de los Misiles Cubanos de 1962 y la interacción de nacionalismos y afinidades ideológicas en los tres países divididos. En el caso de Corea y Vietnam condujeron a guerras terriblemente destructivas, guerras de poder. Mientras que en el caso de Alemania produjeron crisis recurrentes que pusieron en peligro la paz de manera aterradora. (Seguir leyendo)
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Josep Baqués y Enrique Fojón son investigadores del Centro de Seguridad Internacional del Instituto de Política Internacional (Universidad Francisco de Vitoria).
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